Saturday, March 31, 2018

Hamas engaña a todos, incluido a la gente del IDF, con su doble juego - Debka


Los manifestantes a escasos metros de la vallas de la frontera

Desde principios de febrero, la mayoría de los expertos calificaron a la organización terrorista palestina Hamas, la cual gobierna la Franja de Gaza, como una fuerza declinante, dividida por disputas internas entre sus alas políticas y armadas, perdiendo credibilidad popular por los desastres económicos y humanitarios que afectan al enclave, en definitiva, aferrándose con sus uñas al borde de un acantilado. Entonces, de repente, en la última semana de marzo, salió la verdad. Hamás había estado trabajando con su máquina de propaganda para generar una falsa imagen de infortunio y miseria y engañó a todas las partes involucradas en los problemas de Gaza, mientras cocinaba un gran plan.

Incluso el presidente egipcio Abdel-Fatteh El-Sisi, que ha trabajado incansablemente para unificar el movimiento palestino superando la disputa de Hamas con su partido rival Fatah, y su líder, el presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas (Abu Mazen), cayó en la trampa. También lo hizo Abu Mazen, quien a los 83 años se encontró a sí mismo y a la Autoridad Palestina eclipsados ​​como unos perdedores corruptos, que ya no hablaban por el pueblo palestino.

Y también lo hicieron los altos mandos de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), los cuales estaban demasiado ocupados desarrollando dos grandes proyectos de seguridad: encontrando y destruyendo los túneles terroristas de Hamas que serpenteaban desde Gaza bajo la frontera hacia Israel, y construyendo una profunda barrera de acero y cemento hundida alrededor del perímetro del enclave. Esta barrera está diseñada para obstaculizar la construcción de nuevos túneles y contener a los escuadrones terroristas empeñados en atacar a civiles y objetivos militares israelíes. El ambiente negativo de la mascarada protagonizada por Hamas con respecto al tema palestino también llevó a la administración Trump a abandonar sus planes de paz.

Después de fingir ante todas estas partes interesadas, Hamas ha surgido con grandes planes para una campaña de protesta civil de seis semanas, y con el suficiente dinero en efectivo para derrochar en unos eventos espectaculares, en una especie de culminación de los próximos y sensibles aniversarios en camino, tales como el traslado el 14 de mayo de la embajada de los Estados Unidos a Jerusalén, y el aniversario el 15 de mayo de la independencia de Israel, que los palestinos conmemoran como el día de la Nakba o Día del Desastre, y todo ello con señaladas fechas intermedias como la Pascua de ocho días de Israel que comienza el 30 de marzo.

Precedido por el primer "ejercicio militar" del grupo terrorista, Hamas diseñó una operación de dos pistas. De manera pública, la protesta de la Marcha del Retorno que fue vendida a Occidente como una "protesta pacífica", mientras que al mismo tiempo sus escuadrones de "comandos" realizaban infiltraciones a través de la frontera hacia Israel para marcar el camino para futuros ataques terroristas.

Exhibiendo altas habilidades organizativas, Hamas contrató una flota de autobuses para recoger fieles en todas las mezquitas de la Franja de Gaza este viernes 30 de marzo a las 10 am en punto y los llevó hasta una línea de unos 500-700 metros de la frontera de Israel, donde sus predicadores los guíaban en la oración. Los participantes en la Gran Marcha del Retorno se alojaban en seis campamentos de tiendas de campaña montados de manera paralela a la frontera de 69 km de largo, con todas las comodidades para atraer a los voluntarios reacios a permanecer en campaña durante seis semanas. Tres comidas al día, agua corriente, baños y duchas, instalaciones médicas y conexiones a Internet e incluso senderos con camas preparadas . Bancos de arena separaban a los manifestantes de la frontera.

Estas preparaciones son el lado visible de la campaña de Hamas. El alboroto que rodeaba a la Marcha del Retorno programada para el viernes llamó la atención de Egipto, Israel y los servicios de seguridad de la Autoridad Palestina. Gracias a esta distracción, todos perdieron de vista la importancia de las acciones subversivas que Hamas había iniciado sigilosamente mucho antes.

El 13 de marzo, la Autoridad Palestina fue atacada por una pequeña bomba que fue detonada cuando el convoy del primer ministro de la AP, Rami Hamdallah, y el jefe de inteligencia, general Hamad Faraj, ingresaban en el norte de la Franja de Gaza. Ninguno de los dos resultó herido, pero si hasta ese momento había alguna posibilidad de reconciliación entre Fatah y Hamas, se desvaneció en un futuro lejano. Los buenos oficios del presidente El-Sisi fueron enterrados.

El 22 de marzo, las fuerzas de seguridad de Hamas allanaron un edificio en el distrito de Zeitun de la ciudad de Gaza y mataron a cuatro hombres, que según afirmaron eran los posibles asesinos de los dos funcionarios. De hecho, los cuatro hombres eran miembros de una secta salafista extremista que no tenían nada que ver con el ataque con bombas.

El 24 de marzo, un escuadrón de comando de Hamas atravesó la cerca fronteriza israelí y prendió fuego a una grúa israelí utilizada en la construcción de la barrera enterrada en el suelo alrededor de la Franja de Gaza. Los cuatro volvieron a Gaza antes de que se disparara un tiro para detenerlos.

El 27 de marzo, otro comando de Hamas, este armado con granadas y cuchillos, cortó la valla fronteriza y evadió la atención de unidades israelíes apostadas allí, con el tiempo suficiente para caminar 20 km hasta la puerta de la gran base del IDF en Tzeelim. Fue solo entonces que el IDF y los rastreadores de la policía los alcanzaron.

El miércoles 28 de marzo, unos jóvenes incendiaron una carretilla elevadora militar y regresaron por donde había venido, para después entrar un palestino desarmado y ser detenida para ser interrogado.

Estos incidentes muestran que Hamás está probando la temperatura antes de su plan de utilizar su espectacular campaña de protesta "pacífica" como otra distracción de su auténtico objetivo, que es lanzar una ola de terror en Israel. Esta ola aumentará a medida que la campaña de protesta "pacífica" gane impulso.

Sorprendentemente, solamente este miércoles el IDF y a su rama de inteligencia pareció darse cuenta del doble juego de Hamas. Pero ni el IDF ni Hamas pueden estar seguros de controlar a los manifestantes en masa, largamente inflamados contra Israel, durante las próximas seis semanas. Pueden ser influidos por agentes secretos de otros grupos terroristas islamistas, como la Yihad Islámica o por extremistas de la secta salafista, algunos de los cuales están estrechamente vinculados a los grupos afiliados en el Sinaí con el Estado Islámico. Estos militantes pueden estar a la espera hasta que sus agentes les ordenen que salgan y se dirijan a la frontera, dejando atrás a cientos de jóvenes palestinos enamorados de la violencia. Los soldados israelíes en guardia se verían obligados a detener a esa horda antes de que surja el "retorno", primero con medidas de dispersión de muchedumbre y luego el uso de fuego real.

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